¿Por qué una terapia Psicoanalítica?
¿POR QUÉ UNA TERAPIA PSICOANALÍTICA?
“El psicoanálisis está pasado de moda”, “Esos son los que están obsesionados con el sexo”, “No sirve de nada vivir en el pasado”, “Crean dependencia con terapias largas”, “No hay grande cambios
porque no hay pautas”, “Necesito una persona que me diga como tengo que hacer”, “Los psicoanalistas son distantes y fríos”, “A mi el diván me da miedo”…
La semana pasada llegó a las redes sociales de Psyquia el siguiente mensaje: “ ¿…es verdad que allá en España está prohibido el psicoanálisis?”. No nos sorprendió ya que el Psicoanálisis
siempre ha estado teñido por las críticas y resistencias de la sociedad, pero nos llamó mucho la atención como algunos mitos pueden llegar tan lejos. Es por eso que nos hemos propuesto
despejar algunas dudas.
NO, el psicoanálisis no solo no está prohibido, sino que es un método terapéuticoreconocido por la Comunidad Médica y por el Colegio Oficial de Psicólogos.
La terapia psicoanalítica se fundamenta en el profundo respeto por la subjetividad de cada individuo, tratando de escuchar a cada persona de un modo singular. Entiende las “pautas o consejos” como algo general que pueden darse para la gran masa, y por este motivo se abstendrá de dar. El psicoanalista se contiene a la hora de dar pautas centrándose en hacer visible para el paciente lo que dice sin escucharse y lo que realmente desea.
El objetivo final es hacer que cada paciente pueda ser lo más libre posible, a su manera, explotando así lo máximo posible lo que cada uno puede desarrollar de un modo genuino. Para lograr esto, hace falta ir despejando el camino que suele estar lleno de síntomas. Estos, son fáciles de dispersar al principio mediante la relación terapéutica, pero también suelen transmutar en otros síntomas o regresar más reforzados. Por eso, el terapeuta psicoanalítico es paciente y cauteloso, porque sabe todo lo que se juega el sujeto con sus síntomas.
La duración de la terapia es tan variable como los objetivos que quiera conseguir el paciente. En muchos centros sanitarios, los terapeutas únicamente tienen X sesiones y ese es el tiempo con el que cuentan. Otras veces, es el propio paciente el que se encuentra satisfecho con el trabajo hecho en unos meses y otros quieren continuar con una terapia de mayor recorrido y profundidad.
Del terapeuta psicoanalítico es del que menos se depende ya que nunca debe ocupar un rol de “consejero, gurú…” ni mucho menos de “colega, amigo”. Es simplemente un terapeuta que
escucha quien está hablando, con todo lo que eso conlleva y con todo lo que el paciente le transfiere. Nuestro objetivo es que el paciente no se distraiga con nosotros, con nuestros
gustos y deseos, y que se mire a sí mismo para que pueda cambiar aquello por lo que vino.
Este cambio, únicamente puede darse si la persona consigue mirarse y al verse
comprenderse y de este modo entender lo implicado que está todo aquello que le pasa para poder modificar la posición que tiene respecto de sus conflictos y así cambiarla. Dicho
de otro modo, si uno no modifica la posición que tiene en la vida y el modo que tiene de interpretarla, difícilmente cambiará.
Os invitamos a descubrir y descubriros.