Sexualidad Femenina
Freud, en los primeros años de sus investigaciones sobre los síntomas histéricos, centró su atención sobre el cuerpo de la mujer, llegando a decir éste que la vida de la mujer adulta sigue siendo un “dark continent”.
La manera de hacerse sujeto sexuado es diferente para los hombres que para las mujeres. Freud decía que por ser la mujer un continente oscuro, en ese oscuro del cuerpo femenino habita el vacío. Lo anatómico determina las funciones psíquicas y eróticas en ellos y en ellas, promoviéndose a partir de la mirada del Otro, un vacío en ellas (el continente negro) y una llenura (fálica) en ellos. Por consiguiente, las niñas no viven la amenaza de castración como el varón, sino que en ellas sobreviene la certeza de la falta, y esto es lo que marcará la dinámica femenina, la manera de incluir al otro y de buscar lo que le falta en el otro, así como la angustia de separación. La mujer está hecha para el amor, ser amadas auténticamente por el hombre.
Llegados a este punto, nos podríamos preguntar ¿existe la sexualidad femenina y la masculina? ¿O quizá existe una posición femenina o masculina de la sexualidad del mismo sujeto? Quizá, la anatomía no es suficiente para definir lo que hace a una mujer o a un hombre.Desde este punto de vista, puede plantearse la existencia de un continuo que va de lo femenino a lo masculino, desde la pasividad a la actividad, en la que todos elegimos colocarnos en algún punto, independientemente del género y de la orientación sexual que manifestemos.
A pesar de ello, una realidad es que las mujeres tienen un escollo biológico que ha dificultado el desarrollo pleno de su sexualidad. El hombre descubre sus genitales desde el principio, todos los niños juegan con su pene y se considera algo normal. Y, ¿cómo conocen su placer las mujeres, al tener los genitales ocultos? Normalmente no los explora desde la infancia y así no saben cómo es su placer.
Cada mujer tiene su forma particular de disfrutar de su cuerpo y no sólo disfruta con sus genitales, sino que goza además de casi todo su cuerpo… de toda su piel. Pero ¿cómo influye la sociedad en la sexualidad femenina? Antes lo sexual estaba prohibido, esta prohibición causaba inhibiciones. Hoy en día la mujer de nuestra sociedad ha adquirido más libertad sexual y social, de manera que se ve como algo más natural disminuyendo los sentimientos de culpa. Además, la virginidad ha dejado de ser tan apreciada y exigidas por las normas sociales.
Aun así, todavía hay mujeres que viven su sexualidad a escondidas, nos preguntamos si este aspecto de la sexualidad femenina es la que mantiene el interés en estas mujeres, ¿estará el interés en lo clandestino, lo escondido, lo prohibido…? Algunas mujeres son apasionadas cuando hacen el amor a escondidas, sin embargo, cuando está permitido ya no sienten nada.
Otro factor importante es la incompatibilidad que tiene para algunas mujeres la maternidad con el goce sexual. Así, hay mujeres que dejan de ser mujeres para ser madres, centrando toda su libido en sus hijos y dejando a un lado el resto de su vida, como si tuviese que elegir entre ser madre o ser mujer, como si la necesidad erótica de la mujer, la búsqueda del hombre y del placer sexual por parte de ella, significase descuidar sus deberes y rechazar la maternidad, entendiendo este concepto como la madre pura, asexual.
Unas cuantas décadas atrás se consideraba que la esposa buena y decente no siente orgasmos ni debería sentirlos, mientras que podía sentir agrado en las caricias, excitación en un beso fogoso y cierto placer maternal durante el coito, el orgasmo era triste privilegio de las “locas”. Actualmente, también hay mujeres que no quieren saber nada que les recuerde a que son sexuadas, de hecho, en estos casos la acción no es por su deseo, suele ser para dar placer al otro como si ellas no tuvieran deseo, no fueran mortales.
Dada la complejidad del tema, continuará…
Bibliografía:
Doltó, Francoise: “Sexualidad femenina”. Editorial Paidós. Paris. 1982.
Freud, S. “Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos”. Obras completas Vol. XIX Amorrortu editores. Buenos Aires Argentina. 1976
Lacan, J. “La relación de objeto. Libro cuatro. Editorial Paidós. Buenos Aires, Argentina. Primera edición 2004.
Langer, Marie: “Maternidad y sexo”. Editorial Paidós. Buenos Aires. 1983.
Michelena, Mariela: “Me cuesta tanto olvidarte”. Editorial La esfera de los libros. Madrid. 2012