Ludopatia: Un Conjunto de Perdidas

Ludopatía: Un conjunto de pérdidas

¿Qué se juega el ludópata?

¿En qué consiste esta problemática?

Jugar y apostar pueden ser considerados por el ludópata como una solución momentánea, pero se convierte en un nuevo problema, como una bola de nieve que crece y crece y lo va arrastrando.

La ludopatía es una adicción donde la persona apuesta en los juegos de azar de manera compulsiva y repetitiva. De este modo pierde las dimensiones del tiempo y del dinero y encuentra en el acto de jugar un refugio, un lugar donde no pensar. Se configura de esta manera una adicción a perder, porque ya sea que encuentre excitación o alivio, lo que no puede evitar son las pérdidas, que no sólo son perdidas de dinero, sino de lazos, los otros, descuidos del cuerpo y especialmente de las ganas de vivir.

Por otro lado, “el jugador se esperanza cada vez que lanza su apuesta creyendo que puede, a través del azar, torcer su destino, que se le presenta doloroso, tedioso, o frustrante”, explican Vanina Naccarati y Julián Spinelli, titulares de la fundación WGM para la prevención de la ludopatía. ¿Cómo descubrir cuando un jugador social se transforma en un ludópata? Suele ser un familiar quien lo detecta ya que el propio jugador no es consciente de su enfermedad.

Las causas que desencadenan la compulsión son múltiples y responden a condiciones muy singulares. porque no cualquier persona puede volverse adicto al juego: “se conjugan una serie de condiciones, como historias, identificaciones, secretos, fraudes y engaños en la historia familiar; la facilidad de acceso al lugar de juego, potenciado actualmente por las apuestas online; el acceso al dinero; y especialmente el momento de la vida en que se desencadena” detalla Luz Varela Coletti.

También en muchos casos aparecen culpas no elaboradas que precipitan la ludopatía a “pagar” por una falta que se desconoce. En otros, se trata de una sensación de vacío que no alcanza a llenarse moviendo un exceso que se alivia jugando.

¿Puede prevenirse la ludopatía? Es una patología silenciosa invisible, que se nutre del secreto y los engaños. Hacerla visible y hablar de ella es un modo eficaz de enfrentarla. Por ello las acciones de prevención y sensibilización son esenciales para concienciar a la sociedad.

Desde Psyquia queremos poner de relieve esta problemática que nos preocupa y que cada vez atañe a jóvenes de menor edad.