Reseña Holly smoke Parte III: Australia, una terapia peligrosa
Nos habíamos quedado en la India. En esta nube vive una temporada Ruth hasta que su familia decide ir a buscarla. Será su madre la que irá a buscarla con una excusa que transformará en engaño: Supuestamente su padre está gravemente enfermo. ¿Que hará Ruth? Parece que ni el encuentro con su madre ni la mentira con la que querían engañarla logran que ella cambie de opinión. Ruth tiene un amor puro que todo lo llena en la India.
La familia ya no es más que un resto del pasado que no toca la emoción. Algo muerto que es suplido por la verdad que surge de su corazón con el nuevo amor. Ha conseguido una nueva identidad. Esto tiene como consecuencia el alejamiento amoroso de su familia. Sólo un desvanecimiento y grave shock que sufre su madre con un ataque asmático hace que tenga que acompañarla hasta su casa, eso sí, vestida con un sari.
Conocemos entonces a la familia de Ruth: Es una familia que apela al vacío. Son personajes vacíos, cómicos incluso, atolondrados por los placeres básicos de la vida: sexo, drogas, comida. El ambiente es sucio y vacuo. Es en ese momento donde entendemos de que estaba huyendo Ruth y que trataba de encontrar. Nadie le pregunta, todos dan por hecho. Hay un vacío en la estructura del lenguaje.
A Ruth se la lleva a un lugar remoto y alejado del desierto interior australiano. Allí descubre que su padre no está enfermo y que le tienen preparada una terapia en una cabaña aislada. Se paga a un experto americano que desconecta de sectas en 3 días.
Su reacción es muy violenta, dura y reivindicativa y se ensaña con su padre. Saca a la luz las infidelidades de este y empieza a denigrarle. El padre para ella siempre frustra, el padre finge (lleva peluquín, no se interesa ni por ella ni por el resto de la familia). No ha habido una adecuada función paterna.
– “¿dónde está tu amorcito?”
– “¿Dónde está mi media hermana?”
– “Si me curo saldré tan mentirosa como tu”
Aparece entonces en escena P.J Waters, la persona que debe resolver lo que estos padres no pudieron: “Sydney, Autralia, caso 190” y empieza a sonar la canción de Neil Diamond “I am, i said” que hace referencia a un tipo solitario dando paso al personaje. Un hombre vestido todo de negro, con botas camperas y gafas. Es el hombre resuelto, audaz, el que todo lo tiene controlado. Tanto que se supone que es el número uno de los expertos en esta especialidad psicoterapéutica.
Según sus padres, Ruth ha pasado su vida sin identidad, y en la India se formó una que no conviene. PJ ha sido llamado para desmantelar esa identidad y sustituirla por una más “adecuada”.Él se la dará. Se enfrenta a su caso 190, sólo hay 2 fracasos en su carrera y este no se le va escapar.
Podemos ver el trabajo de PJ como una labor orientada totalmente por la sugestión.Situado en el discurso del Amo, el discurso del que todo lo sabe y tiene el poder. PJ es un manipulador, que se acuesta con la cuñada de Ruth la primera noche de su llegada. Todos lo tratan como a un Dios que salvará a Ruth de las garras de la secta.
Busca en su terapia la forma de cambiar un líder por otro. En este caso pasamos del Gurú a PJ. No tiene en cuenta, deseos o identificaciones propias, no existe la subjetividad, ella es el caso 190 que se abordará como el 189 ó el 191. Él lo sabe todo: Yo te digo lo que te pasó, qué ocurrió y cómo salir de aquí. Su gran arma es el poder, decide qué te pasa , que tienes que hacer, en resumen cómo vivir.
En esta película vemos cómo hay rasgos transferenciales que Ruth volcará en su terapeuta. Ruth tiende a la idealización de los hombres son ideales, lo fue su padre, lo es el gurú, lo será PJ. Pero en la idealización no cabe el amor. Cuando las pruebas de realidad son evidentes y sobre todo al sentirse frustrada, engañada y decepcionada en sus encuentros con ellos, aparece el odio profundo y también la necesidad de dañar para curar su herida.
Al caer el velo se muestran como seres casi abyectos, manipuladores y poco atractivos. Con PJ se vuelca directamente, se somete a su protección contra el desvalimiento y la fragilidad que se le hace insoportable en la terapia. Se ofrece en cuerpo y alma, pero para más tarde mostrarle su falta como hombre y como terapeuta.
Concretando esto, para PJ el problema es que su trabajo lleva a Ruth a un estado de desvalimiento e indefensión tal que ocurre algo clave. Algo que da un giro de 360 grados a la relación terapéutica y por lo tanto al film:
El centro de la película marcará un antes y un después: Cuando Ruth en plena noche se siente angustiada, con un grave sentimiento de vacío, sin identidad, fracasada en la vida, decidirá salir y quemar su Sari, la ropa que vestía desde su llegada de la India. Ella llora de miedo y de soledad. Desvinculada de su identidad, muerta de angustia parece un ser desvalido. En ese momento ella llorando se acerca a PJ desnuda, se orina encima y luego intenta abrazarse a él. PJ no puede sostener esos sentimientos ni contenerla y acepta el contacto físico. Terminarán en la cama teniendo relaciones sexuales.
Ella le dice a PJ:
“ Se que me voy a hacer pedazos, espero que sepa lo que hace, el amor se ha ido”.
Bowlby (1986) nos describe qué es el apego, dice lo siguiente:“Apego es toda forma de conducta en la que un individuo consigue o mantiene proximidad con otra persona diferenciada y preferentemente individual y que es considerada, en general, como más fuerte y/o sabia”
Bleichmar (1999) nos comenta:“El objeto del apego puede ser el que contribuye a la regulación psíquica del sujeto, a disminuir su angustia, a organizar su mente, a contrarrestar la angustia de fragmentación, a proveer un sentimiento de vitalidad, de entusiasmo. El sentimiento de desvitalización, de vacío, de aburrimiento ante la ausencia del objeto del apego hace que se le busque compulsivamente”.
Esto es lo que le ocurre a Ruth, vacía, sin nadie, se queda en puro cuerpo, en contacto con lo Real sin poder vestirse de lo imaginario ni mucho menos simbólico. Está desnuda frente a lo Real. Cuerpo que le gana la soledad y la indefensión y busca en otro cuerpo la posibilidad no sentirse angustiada. De sentirse unida al mundo, básicamente de estar viva. Y si el otro cuerpo te da la vida, todo se lo debes.
La angustia de fragmentación es la antesala de nuestra muerte. De nuestra desaparición como sujetos deseantes y vitales. Para Freud la angustia es, por un lado, huella del trauma, y por otro, su reproducción mitigada. Es una escena que recuerda el desvalimiento de los recién nacidos y nos presenta ese nudo tan íntimo que hay entre la necesidad, el amor y la identidad.
La directora del film, en una entrevista (Amy Taubin 1999) decía algo parecido al ser preguntada del porqué de esta escena:“Me gusta que se nos recuerde que somos animales, los niños mojan la cama cuando no pueden lidiar con el trauma. Es una expresión fantástica de la angustia. Es una locura que tenemos que hacer como seres de humanos, nos civilizarlos y al mismo tiempo aceptar nuestros aspectos animales¨.Animales o no demuestra lo solos que estamos en el mundo.
El amor tapona la angustia. Lo hemos visto en el caso de antes. Y esto es mutuo ya que PJ También se asustó de lo que aconteció. El encuentro sexual tiene una parte afectiva que se muestra a veces hasta de forma inconsciente. Haciendo que el amor ponga en segundo plano cualquier otro tipo de afecto ya sea su naturaleza.