CANSADOS DE TANTA REALIDAD

Ansiedad, depresión, estrés post traumático…, son palabras que, a día de hoy, suenan con más frecuencia de la habitual. En todos los medios se habla de la nueva ola de casos e incremento de la incidencia en lo que a salud mental se refiere.

Si acudimos a los datos nos hablan de:

Tres meses de espera para la primera cita y un año para posteriores”[1]

Se encontraron tasas relativamente altas de síntomas de ansiedad(6, 33% a 50,9%), depresión(14, 6% a 48, 3%), trastorno de estrés postraumático (7% a 53, 8%), angustia psicológica (34, 43% a 38%).

Se informa estrés(8, 1% a 81, 9%) en la población general durante la pandemia de COVID-19 en China, España, Italia, Irán, Estados Unidos, Turquía, Nepal y Dinamarca.”[2]

 

¿A qué responden estos síntomas?

Las vivencias que están marcando los últimos tiempos nos confrontan una y otra vez con la necesidad de adaptarnos, de poner todos los recursos psíquicos que tenemos a nuestra disposición para recomponer “eso” que la realidad fracturó.

No es extraño pensar que derivado de ello, otra de las palabras que más nos acompañan en el día a día sea la de Cansancio. “Cansados de tanto acontecimiento histórico”, “cansados de tanta novedad”, “cansados de conciliar lo inconciliable”, “cansados…”

Y es que vivimos una época exigente psíquicamente, y los procesos a los que nos enfrentamos consumen mucha energía. ¿De qué procesos hablamos?

David Nasio nos cuenta como “El deprimido Covid 19 es un deprimido enojado, porque siente que lo maltratan, lo frustran, lo privan. Ya no puede más con la angustia, provocada por las frustraciones y las privaciones, debido a todas las medidas que se están tomando para frenar este virus.” [3]

Hemos pasado de una sociedad omnipotente, que podía tenerlo todo a golpe de Click y donde la frustración parecía “cosa de tontos” y el eslogan que nos acompañaba era “porque yo lo valgo”, a tener que asumir pérdidas por todas partes.

Habría que preguntarse entonces ¿Sabemos perder?

Aprender a perder es todo un proceso, no es algo que venga dado. Es algo que los mayores les decimos a los niños con toda la naturalidad del mundo, pero que no sabemos si realmente nosotros mismos sabemos hacer con la misma dignidad con la que se lo solicitamos.

Perder cuesta. Dependiendo de lo que esté puesto en eso que se pierde costará más o menos, ya que cuando perdemos no solo perdemos “lo que se va” sino que perdemos todo eso nuestro que va con ello.

Freud [4]  nombraba el duelo como algo más allá de la pérdida, como un trabajo a realizar; cómo todo trabajo conlleva un desgaste, en este caso no se ve, pero está ahí, y nos sobreviene en forma de cansancio, enojo, tristeza.

Hace algunos días escuchábamos en la consulta lo siguiente “Estoy agotada, el confinamiento, la pandemia, ahora Filomena, los niños, la casa, el teletrabajo… siento que no puedo más… es hacer malabares para que todo encaje”. Otra paciente nos decía “Parece sacado de una película de distopía, se ve todo roto, por favor que vuelvan a conectar Matrix”.

Las redes sociales se llenan de memes que hacen alusión a bromas sobre el apocalipsis o los zombies… y entre broma y broma, sabemos que la verdad se asoma.

La realidad parece que supera la ficción. Lo real irrumpe con fuerza y se nos hace extraño, cuesta integrar, nos resulta increíble. Rompe con nuestra imagen del mundo, y nos hace tener que parpadear para volver a mirar y tratar de recomponer esa imagen fragmentada que nos es ajena, y con la que aún no sabemos bien que hacer, qué esperar, como ubicarnos.

Todo este proceso de volver a mirar, integrar, comprender, reubicar, perder, encontrarnos… conlleva grandes dosis de energía y recursos psíquicos que en ocasiones deberán ser acompañados por un profesional para que no se enquisten, para que puedan tramitarse y nos permitan adaptarnos de la mejor forma posible a los tiempos que nos ha tocado vivir.

¿Y vosotros como lo estáis viviendo? Os escuchamos.

Referencias bibliográficas:

[1] https://elpais.com/ccaa/2019/02/19/madrid/1550602086_201784.html

[2] https://psiquiatria.com/article.php?ar=corona-virus-covid-19&wurl=impacto-de-la-pandemia-de-covid-19-en-la-salud-mental-en-la-poblacion-general-una-revision-sistematica

[3] https://www.clarin.com/sociedad/depresion-covid-inedita-pandemia-afectara-largo-plazo_0_JBqTAwxXW.html

[4] S.Freud, “Duelo y melancolía”, Obras Completas, Tomo XIV, Amorrortu Editores