F.R.I.E.N.D.S.

Recurrimos a esta exitosa serie de los 90 para reflexionar sobre la importancia y el papel que juegan los amigos en la vida de las personas.

“Friends” dio comienzo en 1994 y formó parte de la parrilla televisa durante nada menos que diez años. A día de hoy lleva ya más temporadas reponiéndose que emitiéndose en directo y aún así, consigue que los telespectadores no se cansen y que una plataforma como Netflix haya decidido comprar sus derechos. Tal es así, que en 2015 fue elegido el programa favorito de todos los tiempos, superando a otras exitosas series como “Juego de tronos” y “Breaking bad”.

¿Pero, qué tiene esta serie para tener tanto éxito? Los expertos dicen que el triunfo reside en la insustancialidad y ligereza de seis amigos que trabajan, se enamoran y toman café. Seis amigos con personalidades totalmente diferentes que se acompañan en sus vidas y con los que es fácil identificarse. Quién más y quien menos se ha preguntado en algún momento; ¿quién es mi personaje favorito de Friends?

Hoy en día, cada vez se habla más de la importancia de la tribu. Es un término que está siendo muy recogido en los foros de crianza y que remarca la importancia de la compañía de otras mujeres para afrontar las vicisitudes de la maternidad. Pero no es solo en este campo donde surte sus efectos: la tribu amortigua el sentimiento de soledad y vulnerabilidad que acompaña a experiencias que a menudo desbordan lo emocional.

Pensemos, ¿cuándo empezamos a tener amigos?: si todo va bien, en la escolarización.

En un momento de separación fundamental y fundante de subjetividad, cuando dejamos de llorar porque papá o mamá se han ido y levantamos la mirada, observamos a un montón de personitas muy parecidas a nosotros, al menos en altura, que se encuentran en nuestra misma situación y que se acercan curiosos para calmar nuestra tristeza a su manera. ¡Uf, que alivio!

Al principio, dan un poco de miedo porque se mueven mucho y son un poco torpes, de hecho, si nos acordáramos, recordaríamos una mezcla de temor por nuestra supervivencia a la vez que una fascinación por la inauguración de un sentimiento de pertenencia al descubrir la similitud.

Una de las cosas bonitas de nuestra existencia es sentir que uno puede revivir esa experiencia a pesar de haber crecido. Secarse las lágrimas después de algún golpe, o incluso también de las alegrías, levantar la mirada y saberse rodeado de amigos, que de nuevo a su manera y cada uno diferente, están dispuestos a acompañarnos en el viaje de la vida.

La amistad, al menos la sana, nos empuja a la salida de la contemplación narcisista y de la endogamia familiar, y arroja un ancla a la vida para asegurarnos la existencia y la continuidad a pesar de las pérdidas infantiles.

Podemos renunciar a la caída de los padres ideales y omnipotentes gracias a la posibilidad de vivir que nos ofrecen los amigos. Eso es la adolescencia: soportar soltarse de un lado para agarrarse a otro que, aún siendo un asidero, nos inicia en la libertad y en el descubrimiento. 

Sólo una referencia al COVID para tener presente las dificultades que podrían darse en los adolescentes debido a las circunstancias que estamos viviendo y que impiden este importante proceso de socialización.

Pero, ¿qué pasa con aquellos para los que no ha sido fácil hacer amigos? Si aquel niño de la escuela infantil al ser dejado por su papá o mamá, no tiene una base lo suficientemente segura, el afuera resultará una amenaza insoportable. Se producirá una desconfianza y un temor a lo desconocido que podrá marcar la personalidad en el periodo adolescente y adulto, dificultando los vínculos y la capacidad de investigar el mundo y, por tanto, de aprender.

Es por esto, que es de vital importancia la detección precoz de estas características para poder ofrecer a los niños una salida más segura y confiada al afuera que no les deje atrapados y pegados exclusivamente a lo familiar.

En esta oda a la amistad tomando de referencia a Freud y parafraseando a Milan Kundera, quizá lo que nos haga más soportable la levedad del ser, no sea más que, como en Friends, trabajar, enamorarnos y tomar café con amigos. 

Cantemos “I´ll be there for you” dando las famosas palmadas juntos.