Reseña: Vídeo Autismo
El lunes pasado publicábamos un vídeo con la pregunta: ¿emoción o angustia? ante un niño con autismo en un concierto de Coldplay. La pregunta suscitó un debate interno entre nosotras que finalmente concluía en un NO SABER. Y no podía ser de otra manera porque no sabemos y no podemos hablar desde el Otro.
El otro es un sujeto diferenciado al que accedemos a través del lenguaje y ¿cómo hacer cuando no hay palabras? Podemos intentar adivinar sus gestos, proyectamos lo que creemos que nos trasmite pero es sólo eso, intuición, no sabemos con certeza.
Desde un lado y con la teoría de Esteban Levi en la mano, donde dice que lo importante en los niños con trastorno del espectro autista es crear experiencias emocionales significativas, podíamos pensar que estos padres trataban de vivir y compartir con su hijo el abanico de sensaciones que uno experimenta en un concierto y que esto es darle un lugar de sujeto.
Desde otro lado, y con la misma teoría en la mano, podíamos pensar en unos padres que no ven a su hijo, que no discriminan entre sus necesidades y las de un niño al que los sonidos fuertes, la conglomeración de gente y las luces le suponen algo agresivo en su frágil equilibrio psíquico.
De cualquier manera vemos un niño desbordado, seguramente emocionado, pero también angustiado. ¿Existe la angustia sin emoción? ¿Podemos hablar de un niño sin saber si quiera su nombre y su historia?
Una breve reflexión sólo para que dejemos de juzgar y admitamos que no sabemos.