Si nos vistieramos de super héroe
Desde Koan hoy queremos «ser como» superhéroes, y pensar si ponernos la capa de Superman nos hace volar…
Si nos vistiéramos de súper héroe…
Aunque la mona se vista de seda… mona se queda… El lugar y la importancia que tienen las primeras apariencias, se han convertido en objeto de estudio de múltiples profesionales, la psicología una de las profesiones llamadas a tan “ardua” tarea; de hecho la disciplina cobra el nombre de Psicología de la moda. Se centra en estudiar cómo el uso de objetos simbólicos- en este caso digamos accesorios y ropa- INFLUYE, DETERMINA Y CONDICIONA no sólo la forma en que nos perciben los demás, sino como nos sentimos con nosotros mismos frente a las demandas sociales a las que nos enfrenta el día a día. Distintas universidades en Europa y USA se han avocado al estudio de éste fenómeno, y a cómo el significado simbólico que otorgamos a cada prenda de vestir, modela la forma en que pensamos y en que actuamos.
Sin duda que las elecciones de prendas son un elemento condicionante en nuestras rutinas, dependiendo del trabajo que se desempeña, el lugar donde éste se lleva a cabo, el tipo de personas en el entorno laboral, las aspiraciones de ascenso o cambio del mismo. De nuevo, sin duda la primera impresión es de gran importancia – cuesta imaginarnos que ella no juegue un ROL cardinal en la elección de pareja digamos…- sin embargo, no deberíamos olvidar que se trata justo de eso, de apariencia, del vestido, la impostura de la que nos servimos para proyectar alguna imagen. Suele pasar por cierto, que ésta imagen luce más a lo que nos gustaría SER y TENER que a lo que realmente somos…
Parece que no tiene discusión la importancia de la imagen y lo que ésta transmite en las primeras de cambio, sobre todo en el escenario que hoy nos acoge. Sólo convendría pensar que lo que vestimos, si bien transmite – y a cada cual algo diferente en los primeros encuentros-, en última instancia lo que revela cuando más es un estilo, o una tendencia, un gusto paticular… no en cambio, la forma de estar, de ser y de sentir. Eso sí, para ser como una reina ya hay hasta manuales, que nos lo diga Letizia si no…