COVID-19, coronavirus, confinamiento, cuarentena, desescalada. Nuevas palabras que se han convertido en rutinarias durante esta época complicada que nos está tocando vivir. Pero estas palabras no vienen solas. Las acompañan otras: ansiedad, miedo, incertidumbre, tristeza, indefensión, duelo…

Convivimos con el miedo, la inseguridad, el nerviosismo, sentimientos que nos asolan y que son difíciles de gestionar.

Para algunas personas estos sentimientos son conocidos, los habían sentido en el pasado y se han vuelto a encontrar con ellos en estas extrañas circunstancias, pero para otras están siendo vividos por primera vez con el desconcierto y la angustia que eso supone.

Son innumerables las consecuencias psíquicas y sociales de esta pandemia y no serán iguales para todos.  En cada individuo la profundidad de la huella será distinta según se encontrara la estabilidad del terreno psíquico antes del famoso bicho. La historia personal y las circunstancias económicas y familiares también marcan diferencias que nos recuerdan que la sociedad está formada por individuos que, aún con denominadores comunes, están sufriendo de manera particular una  historia que debe ser escuchada y elaborada para que las cicatrices que todo esto va a dejar en nuestra piel sean marcas de lo vivido y no agujeros de un vacío innombrable de desolación.

Desde Psyquia queremos acompañar a cada persona en su dolor. Estar cerca del otro no está condicionado por la distancia de seguridad reglamentaria.